Hazte dueño de una experiencia personal, en un hotel anticuario cuyas piezas están a disposición de los clientes. Déjate llevar por la personalidad de su decoración; porque si algo te llama, puedes comprarlo, o alquilar el palacio para tus eventos privados.
Disfruta de una piscina pensada para el verano y para el invierno, de un hidromasaje entarimado con vistas al valle o de un gimnasio completo en plena naturaleza. Reserva una sauna o un baño turco solo para ti. Revive la gastronomía de Cantabria en nuestro exclusivo restaurante Trastámara, con una identidad tan propia como la del Palacio.