LA GUARIDA DEL NAVEGANTE
Esta habitación situada en la segunda planta abuhardillada es el punto de encuentro entre la elegancia palaciega y el confort de los hoteles actuales.
Espaciosa, sugerente y algo atrevida en reflejo de la vida exploradora del conde.
Duerme bajo un dosel de travesaños de madera y despierta con la luz de sus ventanas abuhardilladas con tonos suaves y elegantes con el gris como protagonista. Alma cántabra y corazón isleño.
La cama, ubicada bajo un dosel de vigas, con colchón de lana inglesa tejido a mano y vestida con sábanas de 400 hilos de algodón egipcio y seda, es una verdadera delicia. Un confortable sofá contemporáneo y una butaca floran afrancesada crean un rincón lleno de luz junto a la zona de escritorio y lectura. La bañera, a imitación a las antiguas «patas de león», está situada estratégicamente en la caída de las vigas, ofreciendo el cobijo necesario para un baño relajante.
El baño se completa con un mueble lavabo a modo de cómoda. La amplia ducha está revestida con piedra característica de la zona en gran formato. Toda la habitación está pavimentada en madera de roble.
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